Hay noches en que el mar se convierte en un espectáculo de luces, es la ardóra y la producen las microalgas del plancton. Te recomendamos un baño nocturno porque veras perfectamente como tu cuerpo se ilumina al entrar en contacto con el agua.
Este resplandor nocturno, citado por primera vez por Julio Verne en su obra Veinte mil leguas de viaje submarino cuando relató la travesía del Nautilus a través de una capa fosforescente (atribuida en la novela a miríadas de animales marinos luminosos), fue también, durante siglos, mito de los marineros que surcaban el Índico. En el Mediterráneo el fenómeno no es tan vistoso pero no deja de ser sorprendente.
La bioluminiscencia es creada por un alga del plancton microscópica del grupo de las Dinoflageladas llamada ‘noctiluque’. Cuando es agitada se hace luminosa y en algunos casos espectacularmente luminosa, dependiendo de la concentración que tenga el agua en la que nos encontremos. Se trata de un mecanismo de defensa. Cuando movemos el agua lanza un pequeño destello con la intención de atraer a algún pequeño pez que pueda comerse a su enemigo. La luz no dura más que una décima de segundo, pero al existir miles de ellos en cada centímetro cúbico, nos parece como si fuera emitida de forma continua.
Al parecer el secreto de esta bioluminiscencia radica en ciertas membranas cuyos canales están cargados y pueden abrirse o cerrarse bajo influencias químicas o eléctricas.
Y, realmente es cierto!! Yo he tenido la suerte de poder disfrutar de un baño nocturno con estas lucecitas, splass¡hhh!, Splashhh!! y cada vez más alucinante. Y,… todo ello junto a la Maga3, y,… había más gente!!! Las actrices: Gloria y yo / Reportera: Ana
Un besito,
Pilpen
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