Aparte de felicitaros las fiestas aprovecho para contaros como transcurren las navidades en Grecia y que tipo de tradiciones tienen.
El 24 de diciembre los niños pequeños van de casa en casa cantando calandas (poemas cortos y especie de cantos sobre la historia de Navidad y del Año Nuevo), sacudiendo su Trigona (triángulo de acero que es golpeado con una pequeña varita del mismo material). La gente de las casas, contenta porque se conserve esta tradición, que remonta a las calendas griegas, los recompensa con frutas y un tipo de pequeños postres hechos para Navidad: los kurabiedes (galletitas cubiertas de azúcar). La noche del 24 es tranquila: las luces son débiles. Las ciudades y los pueblos duermen.
El 25 de diciembre tradicionalmente la gente despierta muy temprano (antes del amanecer) para ir a la iglesia a celebrar el nacimiento de Jesús, que ocurrió durante la noche. Luego la familia se reúne en un almuerzo común durante el cual se sirven todas las especialidades típicas de esta fiesta, como la galopulo (pavo relleno de castañas, pasa de Corintio, y nueces o almendras) con papas al horno, el guruno (un cerdito en aceite de oliva, cocinado en horno a fuego bajo durante cerca de 3 horas, y bañado constantemente con su jugo, agua caliente y jugo de limón) y el melomacarona (postre a base de nueces y jarabe de miel).
En Grecia no hay árbol de Navidad (esa costumbre europea viene de los países del norte), pero se utilizan espléndidas maquetas de barcos de vela en madera, decoradas de forma especial con bolitas brillantes que hacen recordar al mar, elemento siempre presente en Grecia. El 25 no se reparten regalos; no hay relación entre el Papá Noel y el nacimiento de Jesús.
Llega entonces el 1° de enero, primer día del año, que es la fiesta de San Basilio (agio Vassilis). Él es el verdadero Papá Noel en Grecia, el que trae los regalos a los niños básicamente. En este día el almuerzo familiar termina con una vasilopita (una especie de pan de Año Nuevo hecho con harina, azúcar, mantequilla derretida, leche, huevos y cáscara de limón) con una nomisma, una pequeña moneda, escondida en el interior. Al inicio, la tradición era esconder una lira en oro o plata. Quien encuentra la monedita tendrá un año afortunado.
Este periodo de fiestas termina con el bautizo de Jesús, el 6 de enero: ta fot, una de las fiestas ortodoxas más bonitas, que simboliza la aparición de la luz. Durante la misa el sacerdote purifica el agua, alejando a las hadas imaginarias que traen la maldición; también bendice el agua de un río que se encuentra cerca; se lanza un crucifijo en el agua y algunos jóvenes valientes tratan de agarrarlo lanzándose al agua fría. El joven que logra recuperarlo recibirá la bendición del sacerdote y de toda la asamblea.