Otro tipo de barco clásico que muy reconocido por todos es el Galeón, eran barcos, como las carabelas, no hechos para remontar al viento, si no para transporte viento a favor.
La palabra galeón evoca la imagen de barco español que traía tesoros de América y era presa
atractiva para corsarios, piratas, filibusteros y bucaneros.
Se le supone lujoso, navegando en apretada formación entre el Caribe y la Península. Es el efecto publicitario del cine y de la imagen emitida a distancia, que han substituido a la lectura de la novela
histórica, tradicionalmente indocumentada en este tema.
La realidad del galeón fue muy diferente, y también muy variada a lo largo de su historia. Para
empezar, no había un prototipo único, ni el español era el usado por otras naciones europeas. Hasta
mediados del siglo XV, las naves mediterráneas no difieren mucho de las que se han utilizado para la
navegación costera, en ese mar interior, desde los tiempos de Grecia y Roma. Sólo la influencia
oriental, mediada por los árabes, substituye la vela cuadra por la latina en las «galeras» y las «carabelas».
En el otro extremo de Europa, las atlánticas mantienen una navegación costera y presentan bordos
más altos y mayores bodegas.
El «galeón español» propiamente dicho nace en la primera mitad del XVI, con una finalidad de barco armado para la defensa. Sin embargo, todavía en los contratos de construcción de naves en Guipúzcoa entre 1550 y 1580 se emplean indistintamente los nombres de «naos» y «galeones» para señalar barcos con los mismos portes e iguales proporciones, trazas, medidas y fortalezas. El uso debió de ir restringiendo su significado al de la aplicación final, y «galeón» se reservaría para designar nave reforzada, en cuyo caso incorporaría portas (aberturas en los costados para la artillería), alcázar (reducto para la defensa a popa del palo mayor) castillo y jaretas (redes de cabos o celosías de
listones de madera que techaban la zona central de la cubierta o combés, para impedir que los enemigos ocuparan esta cubierta en los abordajes), que podrían ser añadidos posteriormente.
Pero se mantiene el equívoco del término galeón asociándolo al de la nao para uso mercante hasta que se construyen los prototipos de «Galeones del Rey» en 1567. A partir de entonces sólo serán galeones los previstos para armada desde su nacimiento, o los que sean aprestados como tales por encargo del rey.