Estas son algunas de las canciones que me gusta oir de vez en cuando mientras navegamos con el velero, por Grecia.
En este mar donde juegan niños de ojos negros,
conviven tres continentes y siglos de historia.
Profetas, dioses y el mismo Mesías,
Hay un hermoso verano que no teme al otoño
en el Mediterráneo.
Hay olivos que mueren bajo las bombas
justo allí donde surgió la primera paloma.
Pueblos olvidados, segados por la guerra.
Pero hay un hermoso verano que no teme al otoño
en el Mediterráneo.
Hay un olor a sangre flotando sobre sus playas
países heridos y llagas sin cerrar,
islas de espinos, muros que te encierran.
Pero hay un hermoso verano que no teme al otoño
en el Mediterráneo.
En este mar, yo jugaba cuando era niño
en él metía mis pies en el agua y respiraba su viento.
Esta preciosa canción está escrita por un francés, nacido en Egipto y de padre griego.
Mis compañeros de juegos, los que ahora son hombres,
son los hermanos de aquellos a los que el mundo abandona
en el Mediterráneo.
El cielo está de luto sobre la Acrópolis
y la palabra libertad ya no existe en Español,
pero siempre podremos soñar con Atenas y Barcelona.
donde hay un hermoso verano que no teme al otoño
en el Mediterráneo.
Esta preciosa canción está escrita por un francés, nacido en Egipto y de padre griego.