Hay personajes que se situan entre el mito y la historia real, uno de ellos es la poetisa Safo.
Su figura siempre ha sido polémica; entre la fábula y la realidad; y su supuesta sexualidad ha dado lugar hasta denominaciones como “sáfico” o “lesbiana”. Poco sabemos de ella, solo tenemos sus poemas. Lo que sí es cierto es que esta poesía intimista y exquisitamente sencilla debió ser revolucionaria en una época en que triunfaban los cantos épicos y los relatos de viajes y batallas. Una mirada femenina. La mirada de un personaje ambiguo que cautivó a escritores como Byron, Baudelaire o Woolf.
Además de su actividad literaria y artística, Safo participó asiduamente en las luchas políticas y fundó una academia, en la que impartía arte, canto, danza y literatura a mujeres jóvenes.
En la época, era común que los versos se acompañaran de música, asi que nada mejor que esta canción de Eleftheria Arvanitaki y Nikos Xydakis sobre un poema de Safo, transcrito al griego moderno por otro gran poeta griego: Odisseas Elitis.
Rapido pasó el tiempo, la medianoche está cerca,
se va la luna, las Pléyades, se ocultan,
y yo duermo aquí, sola y deshabitada.
El amor que depara sufrimientos, el amor
que inventa cuentos, me ha robado el alma
y la estremece del mismo modo que el viento de las montañas
azota, golpea sobre las encinas ululando.